La resiliencia, protagonista en el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo

Hoy, 28 de abril, celebramos el Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo en las empresas. La campaña anual elegida por la OIT en esta ocasión ha sido:

“Anticiparse a las crisis, prepararse y responder – Invertir hoy en sistemas resilientes de Seguridad y Salud en el Trabajo”.

El objetivo no es otro que estimular el diálogo tripartito y social sobre la seguridad y salud en el trabajo.

Y, por segundo año consecutivo, la campaña manifiesta la importancia de sensibilizar sobre la adopción de estrategias y prácticas resilientes que, ahora y en el futuro, favorezcan lugares y formas de trabajo seguro para prevenir las consecuencias de la COVID-19 en el trabajo.

 

Cuando todo esto haya pasado ¿debemos volver a lo de antes?

Tras más de un año de incertidumbre y una transformación de las relaciones laborales sin precedentes, empresas y trabajadores han tenido que adaptarse a las nuevas condiciones generando hábitos y comportamientos que, en otras circunstancias, seguramente hubieran tardado años en llegar.

El cambio de la presencialidad por el teletrabajo o trabajo en remoto, la necesidad de implantar horarios mucho más flexibles y distintos tipos de jornada, el establecer nuevos protocolos de seguridad y salud en sistemas de gestión ya definidos han sido, entre otros, los grandes desafíos que se han presentado en el mundo laboral.

Las empresas han tenido que reevaluar sus riesgos, reorganizar sus planes de acción y, en definitiva, aumentar su capacidad de resiliencia ante tal contexto incierto en el que surgen riesgos potenciales, especialmente psicosociales, que pueden llegar a afectar en el bienestar laboral y en la salud de los trabajadores.

Ante tal cantidad de cambios y acontecimientos, nos preguntamos: cuando todo esto haya pasado ¿debemos volver a lo de antes?

 

El reto actual: invertir en resiliencia.

El lema de la OIT elegido para este año no deja lugar a dudas. Promover estrategias y prácticas resilientes debe ser sinónimo de seguir construyendo y mejorando lo aprendido hasta ahora para así conseguir adaptarlo al día a día del mañana.

Pero ¿qué es la resiliencia?

La resiliencia es la mezcla de resistencia y flexibilidad que influye sobre la capacidad para superar situaciones adversas. Esto tiene que ver con:

  • La habilidad para impedir que se produzca algo malo.
  • Habilidad para evitar que algo negativo se convierta en algo peor.
  • Habilidad para recuperarse de algo malo una vez que ha ocurrido.

Sin duda, en los últimos tiempos se ha demostrado la impresionante aptitud humana no solo para superar las dificultades, sino para llegar a sacar partido de ellas.

¿Cuándo una organización es resiliente?

Si aplicamos el concepto a los sistemas de trabajo, decimos que un sistema es resiliente cuando es capaz de adaptarse con rapidez a eventos inesperados manteniendo unos estándares de seguridad.

Es evidente que no podemos pensar en procedimientos y actuaciones que sean inalterables en el tiempo. La realidad de una empresa es cambiante y dinámica y es por ello que, ahora más que nunca, las empresas deben apostar por metodologías ágiles y sistemas con una alta capacidad de resiliencia.

Las empresas resilientes son las verdaderamente capaces de adaptarse

A pesar de las dificultades que pueden surgir al intentar adelantarnos a lo impredecible, en el mundo de la prevención es tan importante considerar los riesgos conocidos y desconocidos como ser capaces de adaptarse a las situaciones nuevas e imprevistas que puedan darse.

Se trata de anticiparse a las situaciones por encima de las tareas del día a día. Ampliar frentes y analizar probabilidades y posibilidades antes de que se materialicen cambios significativos en las tareas y el entorno.

Detectar, reconocer y evaluar a tiempo los eventos de riesgo para así poder controlar los mismos. Sin olvidar la importancia del aprendizaje y la búsqueda de la mejora continua.

Seguramente no haya un modelo perfecto y único de resiliencia organizacional y los nuevos tiempos traerán consigo nuevos retos a los que hacer frente.

Por ello, debemos tratar de comprender la importancia de aumentar la capacidad de resiliencia en el conjunto organizativo y darnos cuenta de que tener sistemas de gestión ya implantados con metodologías definidas, como puede ser la Coordinación de Actividades Empresariales, ayudan a actuar de una manera más rápida y eficiente ante los cambios.

 

Fuentes y enlaces de interés:

 

Autora:

Irene Gómez Pavón – Técnico Superior PRL en MetaContratas.

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